19/8/15


Las tablillas con el nombre de Ryu chocan entre sí. Su sonido se une al silencio de un cementerio de verano.

(Isabel Coixet, 2009, Tusquets Editores)

Quizá fue demasiado tarde desde el principio.

(Isabel Coixet, 2009, Tusquets Editores)

Algunos trabajadores del mercado juran que nunca olvidarán el sonido del disparo, pero la gente tiende a exagerar sobre las cosas que oye.

(Isabel Coixet, 2009, Tusquets Editores)

La única cosa a la que temía Ryu era el miedo. Y al amor, claro.

(Isabel Coixet, 2009, Tusquets Editores)

6/8/15


Por qué mi mujer decidió ir a una playa artificial cuando a tan sólo unos metros había una real es algo que siempre se me ha escapado...

(Isabel Coixet, 2009, Tusquets Editores)

Tarde o temprano tendrás que oírlo. Tendremos que hablar. Eso que hace la gente además de comer y follar.

(Isabel Coixet, 2009, Tusquets Editores)