El aislamiento sensorial es una forma de producir una monotonía extrema. Provoca una reducción de la capacidad crítica, nubla la mente y el sujeto se queja de que ni si quiera puede fantasear. Y cuando un estudiante universitario no es capaz de fantasear... mal asunto.
Mientras experimentábamos empecé a creer que quizá algo que causara incomodidad o incluso dolor sería más tolerable que las condiciones de aislamiento que estudiábamos.
No tenía idea cuando lo propuse del arma tan terrible, tan potencialmente terrible, que podía llegar a ser.
Donald Hebb (La doctrina del shock, 2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario