El orgullo me mantenía sobria. Y la rabia, y la tozudez también.
La realidad puede ser presentada de diversas formas, en harina, granulada, extrusionada o en copos.
La tamizamos a nuestro antojo pasando de quien todo lo granula al que se queda sin nada.
Me dedico a la tecnología de los piensos, realidad o ficción... con algo nos ganaremos la vida.
El orgullo me mantenía sobria. Y la rabia, y la tozudez también.
En parte yo bebía para olvidar tanta caridad, una caridad que apenas podían permitirse.
[...] que no eran las citas lo que me daba miedo sino la exposición, la exposición emocional del sexo.
[...] la proximidad de la belleza me produce la sensación de ser yo misma una elegida.
[...] conversar equivale a ligar.
[...] si se quiere entender mi comportamiento, es que se me ha dado mejor, y me continua pasando, convertirme en un recipiente para los deseos de otros.
[...] la ley del consentimiento afirmativo aún no existía. [...] pensábamos sobre todo en formas de defendernos de lo que no queríamos, y no en formas de conseguir lo que sí queríamos.
He ahí el peligro de ser mujer, o uno de ellos, la vulnerabilidad ante el acecho.
Conocer a alguien consiste en una parte de adivinación y dos de fuerza.
[...] cada confidencia es una forma de manipulación. O un cálculo. [...] "Quiero que te creas que te confío esto".
Decirles a los demás lo que quieres, "expresar tus deseos". [...] equivale a decirles a los demás cómo hacerte daño, darles el manual de instrucciones.
"[...] ¿En las últimas etapas del capitalismo y del ciclo vital del planeta?" [...] Tener un bebé, de todos modos, nunca es ético.
- El objetivo del feminismo - dijo mi amiga- no es reproducir estructuras de poder ya existentes, pero con las mujeres al mando. O al menos no debería serlo.
[...] el acto de estetizar es a su vez "trivializador" [...] su tema es ella misma.
Estar totalmente en manos de otro, no tener que tomar decisiones, que se te impidiera de hecho tomar otra decisión que no fuera adónde mover tu [...]
"Feliz con un secreto". La mejor manera de ser feliz, si lo piensas bien. Si la mantienes en secreto, la felicidad, es más difícil que venga otro y, ya sabéis [...], te la arrebate.
Admiración ante el hecho de que Artemisa se conociera tan bien y yo, a los veintiún años, no me conociera, no hubiera dado aún con la línea argumental que dominaba mi vida. Todavía no había comprendido la locura de las tramas dominantes.
Solo quería que me demostraran cariño. [...] Siempre he deseado entregarme, ya sea sentimental, sexual o económicamente.
A las mujeres las educan para creer que no deberían desear el sexo.
[...] en Nueva York, el papel de adulto lo había interpretado yo. Había protegido a Virgilio como una madre protege a su hijo. Yo era la que tenía conocimientos ocultos, lo que comprendía. La que tenía poder. Pero la introducción de la violencia [...] tuvo un efecto regresivo: volví a ser la niña.
[...] habían puesto de relieve no mi madurez sino mi inferioridad.
Al elegir pareja, uno busca una especie de reflejo.